Nuestra iglesia se compromete con administrar las finanzas sabiamente para el avance del Reino de los Cielos. Nuestra meta es no sólo alcanzar a nuestra comunidad sino también a otras naciones y que cada persona desarrolle una relación personal con Cristo Jesus. Estamos comprometidos a usar todos los recursos que tengamos a nuestro alcance y sabemos que uno de ellos son las finanzas. Todos somos llamados a dar alegremente y sin reservas, como nos propongamos en nuestros corazones.
